viernes, 27 de abril de 2012


Día a Día te esfuerzas por y para crearte una imagen determinada, la cual proyectas al mundo que te rodea, no es la típica imagen de chica a la que estamos acostumbrados, dibujas un halo misterioso alrededor de tu cuerpo acompañado de tus gustos musicales raros, tu pasión oculta por los pistachos y por las bragas moradas, así como por acudir a conciertos programados por y para gente rara. 


 
Pero tengo la cruel certeza de que ese halo que te creas tan bien, surge efecto. Otras transmiten blanco, otras negro y otras incluso llegan a transmitir algún tipo de color, y tú, con ese puñetero arcoiris que llevas clavado en la sonrisa, una explosión de color que cualquier paisaje (como ÉL), estaría encantado de disfrutar. 


 Quizás no te conozco de nada, o te conozco demasiado.





Yo no soy más que otra amante
y odiante de tu sonrisa.