jueves, 3 de noviembre de 2011

Que no.

Duro, tiene que ser duro despintarte los ojos mientras la luna y todo su séquito de estrellas se derriten lentamente en tu espejo, tan lento como aparecen las lágrimas en tus pupilas sin una razón aparente, nada mas allá de tus recuerdos, que son como nadar a contracorriente, echarte aún mas mugre encima.
Buscar refugio en otros labios solo te sirvió de pasatiempo, tengo clavada la imagen de como me llorabas en el portal diciéndome que ahora sí, pero sí de verdad, que ahora sí que estabas preparada para mí, y que te perdonara porque no habías sabido darte cuenta antes, predicabas a pleno pulmón que mis costumbres serían las tuyas en menos de un mes.

Me reí, te besé, e hice un importante esfuerzo para almacenar el sabor de tu boca, de tus labios, y de tu olor, sabía que era el último beso a cualquier hora de tu plateado reloj, a pesar de tu declaración de intenciones y de mis ganas en el fondo (muy fondo) de seguir y seguir, con ese estúpido juego de hacernos daño.


Muchas líneas sobre tí habían acabado mojadas, y me propuse que estas serían las últimas.







Me maduro, estudio, trabajo y por si fuera poco le cojo el gusto a Deluxe!

Todo bien?:)